jueves, 5 de mayo de 2016

BALI: LA ISLA DE LOS DIOSES

Siguiendo el anterior artículo en el que me echaron del piso de Sydney a poco más de 3 semanas de volver a Filipinas, decidí pasar el resto de estos días en Bali, ya que con el mismo presupuesto que me habría esperado en Australia, allí era mucho más pudiente gracias a precios como estos: 
-Alquiler de tabla de surf para todo el día: 3€
-Comer en puestos típicos para balineses: 2-3€
-Alquiler de moto para todo el día: 3€
-Llenar el depósito de la moto: 1,5€
-Noche en hostal con desayuno incluido: 7-8€
Conocida como la “Isla de los Dioses” por su gran cantidad de templos hinduistas y la ferviente devoción de su pueblo, esta isla volcánica de apenas 140km de este a oeste y 90 de norte a sur, se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más famosos y exóticos del mundo entero, especialmente por actividades como el surf, el snorkel o el buceo. Lo cual no es de extrañar, ya que Bali se encuentra rodeada de inmensos y coloridos arrecifes de coral repletos de vida submarina a escasos metros de sus espectaculares playas, tanto de arena blanca como negra.
Nada más aterrizar el avión y ser abordado por decenas de balineses que me ofrecían transporte en sus vehículos particulares –nada de taxis, licencias o cuentakilómetros…-, tras un intenso y entretenido regateo me dirigí a la ciudad de Kuta, donde me esperaba mi “habitación cápsula”.
Artificialmente preparada para el turista occidental por su gran cantidad de hoteles, pubs o tiendas de fama internacional, Kuta se ha convertido en el destino perfecto para turistas con ganas de gastar dinero, fiesta y descontrol. Tanto es así que, paseando por sus calles era imposible no escuchar a todos sus vendedores que, cada 2 metros, me invitaban a comprar souvenirs en sus tiendas o, al mismo tiempo, me ofrecían drogas varias como éxtasis, viagra, cocaína o setas alucinógenas.     
Vista la situación, no me quedé en Kuta más que un día para practicar surf. Fue la primera vez en mi vida y, a pesar del doloroso efecto lija que hacen la mezcla de arena, sal y cera sobre la tabla, los resultados fueron relativamente gratificantes.
Los siguientes días, decidí alquilar una moto y recorrer el resto de Bali por mi cuenta; visitando sus templos hinduistas y disfrutando de sus recónditas playas. También fue la primera vez que conducía una moto, lo cual, siendo en Asia, lo considero una aventura por sí misma, pues apenas hay señales de circulación, los cláxones suenan sin cesar, no se respetan los carriles y reina la ley del sálvese quien pueda.
Pura Tanah Lot Temple
Garuda Wisnu Kencana Cultural Park
Uluwatu Temple
Pandawa Beach
 La segunda estancia fue en el encantador pueblo de Ubud, ubicado en pleno corazón de la isla. Y, pese a no disponer de playa, ofrece parajes tan diversos como son las Terrazas de Arroz, el Templo de los Monos, el Templo del Agua Tirta Empul o su Mercado, lleno de productos artesanales, pinturas, especias y todo tipo de productos balineses como el café Luwak, que es, literalmente, café cagado por este tipo de zarigüeya que le da nombre.
Tegenungan Waterfall
Templo de los Monos
Terrazas de arroz Tegallalang
Ubud Market
Tirta Empul Temple
La estancia en el hostal de Ubud fue realmente agradable, en parte gracias a las personas que en él conocí, como Michael, que llevaba año y medio viajando tras visitar Sudamérica, realizar un voluntariado en Chile y trabajar en Australia, o Malika, alemana de origen checheno que había vivido y estudiado varios meses de la carrera en Tailandia, Argentina y Trinidad y Tobago. Así pues, compartimos todo tipo de anécdotas inimaginables e incluso visitamos algunos lugares de la isla juntos. Sin duda, este fue uno de los momentos más dulces de toda mi estancia en Bali.
Malika y Michael
Jason, de Inglaterra a Nueva Zelanda en bici
Pero la persona que más me impactó fue Jason, un inglés de 47 años que en 2 años había pedaleado más de 51.000 kilómetros con su bici desde Inglaterra hasta Nueva Zelanda, teniendo que atravesar a su paso países tan complicados como Irán, Uzbekistán o China o terrenos tan inhóspitos como el gran desierto de Australia. [click aquí para conocer su historia]
La siguiente parada fue en Padangbai, humilde pueblo pesquero donde pasadas dos noches, alquilé de nuevo una moto en dirección al norte, en Amed. Este diminuto pueblo de carretera se encuentra situado a los pies de un volcán perfectamente cónico de más de 3.000 metros de altura: el volcán Agung, cuya última erupción fue en 1963 y mató a miles de personas. Sin embargo, pese a seguir peligrosamente activo, es posible hacer excursiones de 1 o 2 días hasta la cima o submarinismo a sus pies, donde nos encontramos con un navío estadounidense de más de 100 metros que fue derribado por los japoneses durante la 2ª Guerra Mundial y que actualmente, se ha convertido en un inmenso arrecife de coral.
Prosiguiendo la ruta del norte, llegue a Munduk, situado en lo alto de unos montes volcánicos que disponen de 3 hermosos lagos, y que están prácticamente unidos entre sí, donde el clima es más abrupto a la par que refrescante, con una gran diversidad de senderos, cascadas y arrozales.
Finalmente, los últimos días me acerqué a las diminutas Islas Gili en ferry. Estas 3 islas de apenas 15 km2 de superficie, ofrecen unas playas de ensueño frente a un mar de agua cristalina e impoluta, donde se puede contemplar con total claridad la inmensa vida submarina de sus arrecifes de coral, repletos de peces multicolores, tortugas, mantas e incluso delfines. Así pues, sin mayor transporte que algunas bicicletas o carros de caballos sobre caminos de arena, estas vírgenes, silenciosas e impolutas islas representan un pequeño trozo de paraíso en la tierra donde, también es verdad, todo parece estar permitido. Por ello, cada una de estas 3 islas está enfocada a un tipo de turismo: turismo joven y de fiesta, turismo de parejas y recién casados y turismo virgen y de naturaleza. 

miércoles, 4 de mayo de 2016

CONDUCIENDO SIN PARAR. De Sydney a los 12 Apóstoles de Victoria

Tras comentarnos que debíamos desalojar el piso en el que nos encontrábamos de Sydney, mi compañero de piso alemán -Jonatan- y yo decidimos sacarle partido y alquilar un coche por unos días. Hasta ahora habíamos estado trabajando sin parar y, en mi caso, también estudiando, por lo que ésta se convirtió en una oportunidad perfecta para visitar todo lo que hasta el momento ninguno habíamos podido ver de Australia. [Click aquí para conocer la historia de Jonatan]
Ambos debíamos coger un vuelo a los 6 días hacia Filipinas e Indonesia, de modo que si queríamos alcanzar los 12 Apóstoles de Victoria y volver a tiempo, nos esperaban unas 30 horas de conducción a las espaldas. 

El primer día tomamos un desvío de 4 horas hacia las Blue Mountains y pudimos contemplar los 3 tonos azules que se crean sobre la inmensidad de sus montañas en el horizonte, rodeadas de un gran verdor otorgado por sus inacabables pinares. 
 Tras ello, proseguimos nuestra ruta y, después de unas 13 horas conduciendo, acampamos en un parque cercano a la carretera.
Al día siguiente, condujimos 9 horas más y, tras pasar Melbourne y atravesar la famosa y hemosa Great Ocean Road, pudimos llegar justo a tiempo para ver Los 12 Apóstoles en su máximo esplendor: el atardecer. Apenas 30 minutos fueron más que suficientes para guardar aquella imagen que nunca olvidaremos en nuestras retinas. Tantas horas conduciendo y tantas prisas en el último momento por llegar acabaron mereciendo la pena.
Allí dormimos en un Parque Nacional con un paraje únicamente australiano, rodeado de zarzas, tierra color ocre y muchos, muchos canguros. Tanto es así que teníamos miedo de golpear a alguno con el coche, pues encontramos varios muertos por la carretera a causa de los atropellos y el seguro del coche que escogimos no lo cubría. 
Aquella noche fue tal la tormenta que nos cayó que acabamos durmiendo en el coche, pues el agua se nos estaba colando en la tienda de campaña y el viento la descolocó por completo. 
La siguiente parada fue en el Parque Nacional de Jervis Bay, del cual dicen que posee una de las bahías con la arena más blanca del mundo. Aquí  pudimos bañarnos en esta playa de ensueño -la otra cala era territorio de tiburones- y, al mismo tiempo, contemplar más canguros y otros animales que sólo se pueden encontrar en Australia, como el wombat o el possum, que casi nos roba la cena. Además, unos días antes también tuve la "suerte" de encontrarme con una pitón diamante de más de 3 metros en la misma obra donde trabajaba. Desafortunadamente, me quedé con las ganas de ver el koala y el ornitorrinco. 
Cabe mencionar que junto a los canguros, medusas y tiburones, en este país las arañas y, especialmente, las serpientes son las reinas. De hecho, de las 25 especies más venenosas que hay en el mundo 21 son de origen australiano.
Possum
Wombat
Estas noches en que dormíamos al aire libre se convirtieron en momentos realmente mágicos gracias al espectáculo de luces y sombras que ofrecían las estrellas en el firmamento; a cual más brillante e inmensa. En el hemisferio sur, las estrellas y las constelaciones no son las mismas, de modo que era imposible encontrar aquellas figuras a las que tan acostumbrado estaba desde pequeño, como la Osa Mayor o la Osa Polar. En su lugar, pudimos descubrir la Cruz del Sur o una luna que, desde el sur de Australia a veces aparecía iluminada de abajo a arriba.
Finalmente, las horas nos dieron para poder llegar a Sydney con tiempo y poder disfrutar de la última parada de nuestra ruta antes de devolver el coche: el Royal National Park, especialmente conocido por unas formaciones rocosas huecas que hay al pie del mar y que crean pequeñas piscinas naturales, una de ellas con forma de ocho. Tras su paso, también tuve la suerte de descubrir una de las playas más encantadoras que hasta ahora he conocido; recóndita y de difícil acceso pero muy bien mantenida por unos pocos australianos que hace menos de 100 años decidieron asentar una comuna en torno a ella. 

miércoles, 27 de abril de 2016

IMPROVISANDO EN SYDNEY


Con apenas 200 años de historia, Sydney ha sabido levantarse con amplias vistas de futuro para convertirse en una de las ciudades más cosmopolitas del mundo y que, unida a su perfecta sintonía con la costa y el mar, también la convierte en una de las más bellas. Esas grandes y limpias avenidas, perfectamente estructuradas entre rascacielos y parques donde constantemente transitan personas procedentes de los cinco continentes me llevan a apodar a esta ciudad como la Barcelona del hemisferio sur.  
Sydney ofrece barrios para todos los gustos y colores como son Surry Hills, Newtown, The Rocks, Bondi o Chinatown -donde yo vivo-, repleto de restaurantes chinos, tailandeses, vietnamitas, indios, japoneses e incluso centros de masajes tailandeses. 
Aquí me encuentro a 20 minutos del mar, por lo que alguna que otra vez aprovecho para escaparme a sus playas australianas: llenas de fuertes corrientes, normas y conquistadas por los surferos.
En mi opinión, lo mejor de esta ciudad son sus personas, ya que nadie es de aquí: Todos han sido o son inmigrantes. De hecho, la mayoría de australianos que conozco son la primera generación en nacer en el país, por lo que a parte de hablar inglés hablan la lengua de sus padres: español, italiano, griego, chino... 
Asimismo, Australia es el país por excelencia de los backpackers, o lo que lo mismo, los mochileros, y Sydney está plagado. La diferencia con respecto a otros países es que aquí ellos, o nosotros, nos quedamos por una estancia mucho más larga por dos razones: una es por la lejanía y enorme amplitud del país y otra es por sus elevados precios y salarios, que nos llevan a tener que trabajar en el país para poder sustentar nuestro viaje económicamente. Así he tenido la suerte de conocer a gente procedente de todas las nacionalidades y con increíbles historias de vida que en su día comenzaron en países como Uruguay, Alemania, Chile, Italia, Inglaterra, Korea...


En mi caso, a parte de estudiar en Sydney, no tenía ni idea de cómo iba a sobrevivir al llegar a una de los ciudades más caras del mundo, y resulta que tampoco lo he sabido durante el resto de mis días: cada semana se ha convertido en una nueva aventura para pagarme el alojamiento y la comida correspondiente. Pero, con un poco de picardía y una gran improvisación, he conseguido buscarme la vida de una forma más o menos entretenida mediante trabajos como peón de obra, camarero, profesor de guitarra y profesor de natación (había que sacarle partido a la piscina comunitaria de nuestro piso). 
Sin embargo, esta combinación de trabajo y estudio no me ha dado tiempo a disfrutar apenas de Sydney y sus alrededores, pues prácticamente todos los días de la semana he estado estudiando o trabajando en un sitio u otro. Pero al menos, ¡he sobrevivido!
Así pues, pasados 2 meses "con éxito" en el país y con algo de dinero ya ahorrado para ir tirando, llaman a la puerta dos tipos del ayuntamiento comunicándome que debemos desalojar el piso cuanto antes, ya que nuestro casero (surcoreano de 26 años) está alquilando el piso a 9 personas cuando, legalmente, sólo deberíamos ser 4. De tal modo que para las cuatro últimas semanas (antes de coger mi vuelo de vuelta a Filipinas), me encuentro sin alojamiento fijo y sin trabajo, pues acababa de renunciar a todos por poder disfrutar un poco de Australia durante mis últimos días. 
Han pasado por mi mente mil y una ideas, y sólo con pensar todo lo que puedo hacer por aquí se me hace la boca agua pero, tras recapacitarlo brevemente, he llegado a la conclusión de que Australia es demasiado cara como para vivir y, al mismo tiempo, disfrutar de ella por tantas semanas. 
Por ello, mi compañero de piso alemán Jonatan y yo hemos decidido alquilar un coche y recorrer la Great Ocean Road hasta Victoria en 5 días. Y, pasado este viaje, me dirigiré a Bali -Indonesia-, donde todo es mil veces más barato, con la intención de vivir humildemente durante 3 semanas hasta coger mi siguiente vuelo a Filipinas desde Sydney.

sábado, 13 de febrero de 2016

CÓMO ESTOY SOBREVIVIENDO EN AUSTRALIA

 Me encuentro viviendo en Sydney con una Student Visa, estudiando inglés avanzado y , al mismo tiempo, buscando uno o varios trabajos que me permitan sustentarme la estancia en el país durante los 3 meses restantes. A diferencia de mi estancia en Filipinas, donde me facilitaban alojamiento y comida a cambio de ayudar a las familias filipinas, en Sydney debo buscarme la forma de sobrevivir por mí mismo.
La primera semana estuve en casa de una amiga junto con su madre y hermano. Son uruguayo-argentinos, por lo que hablan español perfectamente. Me acogieron como a un hijo más y han sido de gran ayuda en cuanto a comida, transporte e información sobre el funcionamiento de la vida en la ciudad. Ellos están siendo mi familia de Sydney. Finalmente, esta primera semana no hubo clases, por lo que me vino genial para recorrerme todo Sydney y entregar mi CV personalmente a diferentes restaurantes, hostales y hoteles de la ciudad. Fue un no parar.
La segunda semana la pasé en casa del hermano de mi amiga, casado con una argentina y con 2 niñas preciosas de 2 y 6 años. Se portaron increíblemente bien conmigo e incluso me ofrecieron dormir en la habitación de sus hijas, por lo que ellas pasaron a dormir al cuarto de sus padres. ¡Me dejaron una habitación entera mientras ellos 4 dormían en una sola habitación!
En esta segunda semana fue cuando empezaron mis clases de inglés avanzado con las que voy a estar 3 meses en el país y, por suerte, son bastante personalizadas, pues estamos divididos en clases de no más de 8 o 10 personas de diversas nacionalidades. Además, la escuela se encuentra dividida entre 3 pisos de un rascacielos y uno de ellos es el ático, donde hay una gran terraza en la que suelo comer mis bocatas o botes de conserva con vistas a la ciudad.
Durante esta semana he llegado a trabajar en la construcción algunos días gracias a los contactos del hermano de mi amiga, que es electricista. Y aunque sea fatigante, es menos estresante que la restauración y pagan mejor: cada día que trabajo me pagan 150$ (100€). Desafortunadamente, son trabajos puntuales por lo que sigo con el agua al cuello... Los precios son tan caros que no puedo permitirme rechazar ninguna oportunidad (el bus o un café tornan los 3$, la cerveza entre los 6 y 12$ y la carne los 15$ el kilo). 
Junto al estudio y el trabajo en la construcción también estaba buscando piso y, tras alguna que otra decepción, encontré el piso en el cual estoy viviendo desde hace unos días. Está en el centro de la ciudad y es lo más "barato" y asequible que he podido encontrar en la ciudad: 150$ semanales con Bills included. 
La habitación es de 2 literas y la comparto con un italiano que pretende empezar una nueva vida aquí junto con su novia argentina, un surcoreano que trabaja casi 15 horas diarias y un alemán que dejó su trabajo como director de banco por dar la vuelta al mundo. Luego hay otra habitación para 4 chicas de Japón, Gran Bretaña, y Korea del Sur y, finalmente, una habitación individual para un brasileño que también trabaja en la construcción. Aquí todos tenemos un gran espíritu aventurero y positivo, por lo que hemos hecho una gran piña desde el minuto uno. Así pues, somos un total de 9 personas viviendo en la quinceava planta de un apartamento con un amplio salón y una gran terraza con vistas a la estación de tren. Además, cuenta con una piscina cubierta dentro del edificio que podemos usar cuando queramos (mide solo 1.5 metros de profundidad y 20 de largo pero para mí es más que suficiente). 


Todos trabajamos y algunos también estudiamos al mismo tiempo, por lo que el piso suele estar bastante tranquilo y vacío durante todo el día. Lo cual no quita para que algún que otro día vayamos al parque a jugar a baloncesto con unas vistas hermosas de la ciudad.
Finalmente, los 2 días pasados acudí a 2 iglesias anglicanas casi por casualidad y, sin saber muy bien cómo, al final hice muy buenos contactos que seguramente me puedan ofrecer trabajo de continuo en la construcción. Junto a ello tuve otra "interview" la semana pasada en un restaurante de comida española de calidad donde seguramente también trabaje 2 tardes semanales. Está al lado de mi casa y también me darán cena así que no pinta nada mal.
De momento, lo único que tengo asegurado son los gastos semanales del piso, de la comida y del transporte y ningún ingreso fijo. Pese a ello, no pierdo la fe y sigo con ánimos y esperanza por sustentarme económicamente en el país por los 3 meses restantes.  

jueves, 11 de febrero de 2016

CURIOSIDADES SOBRE FILIPINAS

Filipinas es un país ubicado a miles de kilómetros de España y, a pesar de que estuvo bajo su dominio por 300 años, hay rasgos en su cultura totalmente diferentes para nosotros. He aquí algunos de ellos:

  • La forma de saludar a las personas mayores es cogiendo su mano y poniéndola sobre su frente, a modo de respeto
  • En visaya muchas de sus palabras provienen del español, como los números, los días de la semana u otras palabras como vaso, tenedor, mesa, silla, palangana, caballo, guapo, trabajo... Sin embargo, se escriben de manera totalmente diferente: a lo que nosotros escribimos "Jueves" ellos escriben "Huwebes"
  • En la mayoría de sus palabras no usan más que 4 vocales, prescindiendo de la "e"
  • Hasta hace unos años, en Filipinas se empezaba la universidad a los 16 años
  • En la cocina filipina no existe el cuchillo. Si hay que cortar algo se hace con la cuchara
  • Beben la cerveza con hielos
  • Algunos toman la sandía con sal
  • Las clases medias y bajas tienden a comer con las manos y, en muchos puestos callejeros de comida ofrecen guantes de plástico trasparentes para ello
  • A pesar del calor del trópico suelen acompañar sus comidas con sopa caliente
  • El arroz es su desayuno, comida y cena
  • La piel de pescado seco es considerada un manjar
  • El Balut es otro de sus manjares: feto de pato hervido
  • En el norte del país, los hay que comen perro
  • No se debe beber agua del grifo, pues suele estar contaminada
  • El agua embotellada sabe a lejía, ya que la echan para eliminar bacterias y parásitos
  • En lugar de fuentes, en las calles es habitual encontrar puestos con garrafas de agua donde por un peso (2 céntimos) rellenan bolsitas de plástico que beben tras morderla por un extremo
  • Los eructos no están mal vistos y la gente lo hace en cualquier lugar
  • Uno de los postres más populares en Filipinas es el puto mamón o el puto seco, con base de harina, huevo y leche al vapor
  • Hay varios hombres que se ponen esmalte transparente en las uñas
  • Afirman levantando los ojos y diciendo "O" 
  • Cuando quieren avisar a alguien por la calle, en lugar de un silbido, cierran los labios y hacen el mismo sonido que si lanzaran un beso
  • Los semáforos son casi inexistentes y en la carretera prima la ley del sálvese quien pueda
  • La máxima velocidad permitida en autopista es de 90 km/h
  • A la hora de pagar en los jeepnies, cada pasajero pasa el dinero de mano en mano hasta que llega al conductor, quien da el cambio siguiendo el camino opuesto
  • Por la noche, gran parte de conductores de jeepnies conducen ebrios
  • En los baños no suele haber cadena, sino un cubo de agua 
  • Los funerales filipinos suelen durar varior días y se hacen banquetes en torno al cuerpo difunto. También es común que las familias pasen la noche en el velatorio junto al cuerpo
  • A la hora de contar con los dedos, el numero "1" lo hacen con el meñique y siguiendo por el anular y el corazón
  • El deporte más popular es el baloncesto
  • Es habitual ponerse una toalla de mano entre la espalda y la camiseta, para evitar mancharla de sudor
  • Todos los blancos que pueda haber son consideran americanos
  • Les encantan las narices grandes y no las achatadas, como es su caso
  • Idolatran a los blancos y los tratan con gran simpatía
  • Es casi imposible ver a un filipino enfadado, incluso en medio del caos o del tráfico de Asia
  • Las mujeres se maquillan para parecer más blancas
  • Las escobas filipinas son de menos de un metro, teniendo que barrer agachado y con una sola mano
  • También es habitual utilizar medio cocos y arrastrarlo por el suelo con un pie para limpiar el suelo
  • Más del 90% de Filipinas es católico y, junto a Timor Oriental, es el único país católico de Asia
  • La misa del gallo se realiza a las 4 de la madrugada durante los 9 días previos a la navidad. Y sus iglesias están totalmente abarrotadas 
  • En misa, se da la paz con una reverencia
  • Filipinas es la capital mundial de las selfies
  • La mayoría de homosexuales se travisten públicamente desde la adolescencia y está culturalmente aceptado
  • Miss Universo 2015 es filipina
  • Después de China, Filipinas es el país que más está creciendo a nivel económico en Asia, pero debido a su gran corrupción y su descontrolada tasa de natalidad Filipinas sigue siendo uno de los países más pobres de Asia 
  • La mayoría de rascacielos y edificios modernos pertenecen a chinos, japoneses y estadounidenses, al igual que toda su economía

viernes, 1 de enero de 2016

ENTREVISTA A ANDRÉS MILLÁN. CEXT

Para quien no lo conozca, CEXT es un portal que busca consolidar una red activa e informada entre jóvenes españoles en el extranjero y fomentar la presencia de asociaciones de españoles en el exterior. Configurada como una red social, se convierte en un espacio para compartir intereses e inquietudes y para proporcionar recursos útiles a los que están fuera de España. 

Haciendo click en la siguiente foto, podréis ver por medio de una pequeña entrevista las razones por las que me decanté a salir del país temporalmente. Espero que os guste la entrevista y que, sobre todo, os inspire.