jueves, 30 de enero de 2014

DE CANADÁ A EUROPA: MAX


A pesar de que coincidíamos en la universidad y muchas otras fiestas, no llegué a conocer a este chico realmente bien hasta sus últimos meses de estancia cuando, en un campamento que tuvo lugar en las montañas del sur de Polonia, pude descubrir más sobre él y sus aventuras. 
Así como Lee es una persona muy tranquila, Max es alguien increíblemente energético y hablador, con el gran don de llevarse bien con todo el mundo.  
Max, Rob y Lee
La primera vez que Max salió al extranjero fue cuando tenía 4 años, a  Estados Unidos. Pero, según cuenta, al estar tan asociados diplomática y socialmente Canadá y  EEUU, viajar entre ambos países no lo considera un viaje realmente internacional. De modo que la primera salida que considerada como tal fue la que realizó a México con nada más que 7 años. 

Max tuvo la gran suerte de apoyarse en el trabajo internacional de su padre para viajar por el mundo en familia. A los 15 años cruzaron el charco para visitar unos familiares suyos en Londres, Inglaterra. Pero aquello no era más que una escala hasta llegar a su destino: Sudáfrica. Aquí hicieron un intercambio de casas con una familia sudafricana en Cape Town. Lo cual resultó ser una experiencia inigualable.
Desde entonces, Max se enamoró de los paisajes del mundo, su gente y sus culturas y, conforme fue creciendo, decidió continuar estas aventuras con sus amigos de una forma mucho más sencilla y cercana al destino.
De modo que, cargado con nada más que una mochila a sus espaldas y una gran pasión, ya son 35 los países visitados con sólo 23 años de dad.
NORTEAMÉRICA: Canadá, EEUU, México
SUDAMÉRICA: Chile, Argentina
EUROPA: Inglaterra, Francia, Bélgica, Holanda, Grecia, Italia, Austria, Alemania, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Portugal, Croacia, Macedonia, Montenegro, Albania, Serbia, Bosnia, Hungría, Ucrania
ÁFRICA: Marruecos, Egipto, Kenia, Tanzania, Sudáfrica
ASIA: Corea del Sur, Vietnam, Singapur
OCEANÍA: Australia
Al igual que Lee, Max también empezó a trabajar desde muy joven para pagarse sus viajes, combinando estudios y trabajo con el principal propósito de invertir lo recaudado en poder recorrer mundo. De hecho, él también hizo un break antes de empezar la universidad para dedicarse a tiempo completo a viajar de continente en continente.
Y... ¿qué viene después?
Probablemente vaya a Turquía en familia tras visitar a su hermana, la cual se encuentra estudiando en Viena.  Pero de momento se encuentra repostando en Victoria, Canadá donde le espera algún que otro año trabajando duro en algo relacionado con su carrera, esperando así ganar experiencia y recuperar todo el dinero invertido en sus viajes. Respecto a España, también le insistí en que no puede seguir viajando sin antes ver mi hermoso país. Planeamos algo como un tour por toda la península en bici o autostop y lógicamente con parada obligada en mi preciosa ciudad: Zaragoza
Max es tan aficionado a la fotografía que al acabar su estancia de estudios en Europa se decantó por la creación de una página web con su marca propia: "MaxwellWebster". Aquí os paso los links donde podreis ver algunas de sus fotos e historias, realmente espectaculares.
https://www.flickr.com/photos/104270274@N04/ 
http://www.maxwellwebster.com/ 

jueves, 2 de enero de 2014

PARÍS-VERSAILLES, FRANCIA (ENERO 2014)

Una vez acabadas las Navidades con la familia y amigos era momento de volver a “mi hogar” en Cracovia. Al igual que hice a la ida, para la vuelta también debía hacer escala en París aunque en esta ocasión fue durante sólo 2 noches.
Dado que ya había estado en la casa de mi buen amigo Jean-Gauthier y su familia dos semanas antes, decidí aceptar la invitación de uno de mis familiares escolapios y dormir en su comunidad de París.
Haciendo combinaciones varias con las líneas de metro llegué al barrio en la noche, el cual era un lugar marginal  donde abundaban personas de origen subsahariano y árabe. Desde luego, no era un lugar por donde pasaría un turista o una pareja en luna de miel. Al llegar a la casa, anexionada con la iglesia, conocí a sus habitantes, la mayoría de seminaristas de Senegal o Camerún, aunque también había algún sacerdote africano y un único sacerdote español de unos 65 años de edad. 

Desde el primer momento fueron muy agradables y acogedores conmigo, me dieron de cenar y me ofrecieron una habitación para mí solo. Era una casa muy humilde y sencilla, con grandes escalones y un suelo de madera chirriante.
A la mañana siguiente, ayudado por las indicaciones de los seminaristas y de mapas que tenía de París, cogí un tren de cercanías con dirección a Versailles.

Después de un breve paseo por la ciudad, comenzaba a asomarse en el horizonte el esperado Palacio de Versalles. 
Este es un palacio del siglo XVII mandado construir primeramente por Luis XII pero verdaderamente ampliado por el “Rey Sol”-Luis XIV- como su lugar de residencia donde estar apartado de los problemas. Este palacio, junto con sus parques, jardines y otros aposentos que se encuentran por medio de sus extensiones  y que pertenecieron a otros miembros de la realeza abarcan un total de 800 hectáreas y 20 km de camino. Tanto es así que necesité un día entero para verlo en su totalidad.
Tras haber visitado en primer lugar el majestuoso y alucinante Palacio Schönbrunn de los Austrias en Viena, no esperaba poder encontrar otro igual en Europa que se le pareciese en magnitudes hasta visité Versalles. De hecho, fue este el modelo que sirvió como inspiración a la dinastía de los Hadsburgo para levantar sus magníficas réplicas tanto en la capital austriaca como en la española.  
Conforme se sucedían los nuevos -y últimos- reyes borbones de Francia, el lugar se iba ampliando y remodelando, llegando a crearse capillas reales o incluso una ópera. Asimismo, también podemos encontrar una "humilde aldea" entre sus jardines creada con la mera finalidad de albergar a sus cortesanos e incluso mansiones de mármol y porcelana que hacían de cuarto de invitados.